Méndez añadió que "los funcionarios tienen que saber que, si no somos eficientes gestionando los servicios públicos, el modelo alernativo es la privatización", y que esa alternativa es defendida abiertamente por las opciones políticas de derechas.

Por esa razón, hace hincapié en que es preciso no dilapidar el apoyo social con que cuentan los servicios públicos esenciales, reflejado en que "tres de cada cuatro" ciudadanos quieren que sea la Administración quien se haga cargo de servicios como la salud, la educación y las pensiones.

Agregó que, aunque todavía no ha desaparecido totalmente la imagen de lentitud y prepotencia ue ha tenido tradicionalmente la Administración en España, los ciudadanos hacen valoraciones muy positivas cuando son interrogados sobre el funcionamiento concreto de los servicios públicos que reciben.

El secretario de Estado aclaró que no cree necesario aumentar los efectivos con que cuenta actualmente la Administración, aunque sí distribuirlos de manera acorde con las nuevas exigencias sociales y el reparto de competencias con las comunidades autónomas.

SUBIDA SALARIAL

Por otra parte, Méndezse mostró convencido de que la negociación de la subida salarial de los funcionarios para 1995 va a ser "cómoda" porque la Administración trabaja siempre "con las cartas boca arriba" y los sindicatos "conocen desde el principio el terreno de juego en su totalidad".

Recalcó que no cree que la práctica congelación salarial de los funcionarios en los dos últimos años haya tenido un coste electoral para el PSOE porque eso significaría que no han comprendido el sacrificio que les pedía "la sociedad, no el artido Socialista".

Explicó que los funcionarios han tenido que sacrificarse en salarios, mientras que otros trabajadores han perdido su puesto de trabajo, razón por la que también rechazó el argumento de que la congelación retributiva haya podido traducirse en un deterioro de la calidad de los servicios públicos.

A este respecto, fue tajante al señalar que "yo no podría entender que hubiera un funcionario público que, por no haber mejorado sus retribuciones a lo largo de estos dos años, hubiera rabajado mal. Sería una cuestión de carácter puramente disciplinario".

En su opinión, lo que los funcionarios desean en este momento es que haya condiciones para hacer una carrera administrativa, una "mayor aceptación y estima social" de su trabajo y que las políticas de incrementos salariales "sean armónicas, en lo posible, con las que se están produciendo en la sociedad".

NO HAY PARALIZACION ADMINISTRATIVA

Méndez aseguró que la situación política creada tras las elecciones europeas no ha afecado "en absoluto" al funcionamiento de los servicios públicos y que no existe ninguna paralización en la toma de decisiones.

En relación con el futuro de la Administración Periférica, dijo que estos servicios del Estado no tienen que desaparecer ante las comunidades autónomas, pero consideró preciso imaginar soluciones de coordinación que sean "baratas, muy eficaces y que no consistan en 'marcar el territorio' con una filosofía de 'hasta aquí llego yo y a partir de aquí empiezas tú".

A su juicio,lo que quiere el ciudadano es "una solución concreta a problemas concretos", por lo que pronosticó que "los electores sancionarán a las posiciones políticas que sólo pretengan marcar el terreno de sus competencias y no manfiesten su preocupación por la calidad de los servicios y por la coordinación y cooperación entre las Administraciones Públicas".