Con el fin de informar exhaustivamente a los temporeros de esta y otras medidas de apoyo que existen a las migracines interiores, la Dirección General de Ordenación de las Migraciones, que depende de Trabajo y Asuntos Sociales, ha iniciado una campaña divulgativa entre este colectivo.

Según Trabajo, las distintas campañas agrícolas que hay dentro del país posibilitan que los temporeros puedan trabajar al menos nueve meses al año. La plantilla itinerante de temporeros podría iniciar cada año su labor en el mes de febrero con la campaña de la fresa de Huelva, para continuar de marzo a septiembre con la cereza, el epárrago y el tabaco de Cáceres.

De septiembre a octubre podrían trabajar en la vendimia en Castilla-La Mancha, de diciembre a marzo con la aceituna de Jaén, de marzo a junio con el espárrago de Navarra, de mayo a octubre con la fruta de Huesca y Lleida, en septiembre con la vendimia de Barcelona, de septiembre a junio con los cítricos de Levante y, por último, de octubre a marzo con las hortalizas de Murcia.

Pero, los temporeros españoles no sólo realizan trabajos dentro del país. Según los datosdel ministerio, de los 71.000 trabajadores migrantes que participaron en las campañas agrícolas en el exterior durante 1996, 48.000 temporeros recibieron ayudas económicas de la Dirección General de Ordenación de las Migraciones.

Dentro de las ayudas relacionadas con la promoción sociolaboral, el ministerio da especial importancia al mantenimiento de guarderías y residencias para los hijos de los trabajadores, la adecuación de los alojamientos para que sean dignos, la organización de los desplazamients y el asesoramiento e información sociolaboral.

Las ayudas económicas para los temporeros que se desplazan dentro de la península también alcanzan para sufragar los desplazamientos de estos trabajadores temporales (gastos de viaje y traslado de enseres), según Trabajo.