En declaraciones a Servimedia, fuentes de esta asociación explicaron que algunos de estos animales "llevarían tiempo muertos" y fueron desplazados por las corrientes y la fuerza del viento. Otros, simplemente, "no soportaron los envites del mar".

Tras el temporal de finales de enero, que impactó con virulencia sobre la costa gallega, técnicos de esta asociación detectaron 53 ejemplares de animales marinos embarrancados. Después del último temporal, que afectó más a la parte norte de Galicia, aparecieron otros 23 ejemplares.

La mayoría de ellos eran delfines comunes o listados, aunque también se encontraron crías de delfín mular, restos de ballena, una tortuga laúd (la mayor tortuga del mundo), tortugas boba y varias crías de foca gris.