El gobernador civl de Tarragona, Ramón Sánchez, calificó hoy de "desoladora" la situación en la que se encuentran algunas zonas de la provincia tras las lluvias de ayer, que provocaron la muerte de al menos una persona y la desaparición de varias más, además de inundaciones, cortes de carreteras y de líneas férreas y numerosos problemas en el suministro de electricidad y agua.

Según declaró Ramón Sánchez a RNE, el río Francolí, cuyo desbordamiento provocó las principales riadas, está dentro de su cauce, aunque muy porencima de los niveles normales en esta época del año.

"Los daños son cuantiosos", explicó. "Yo he visto coches estampados los unos contra los otros, que van apareciendo por debajo del agua. El polígono industrial estaba cubierto por el agua, tenemos algunos pueblos todavía incomunicados, tres puentes prácticamente hundidos y las carreteras en muy mal estado".

A juicio del gobernador civil, incluso en el caso de que el Francolí estuviera canalizado y limpios los lechos de los ríos, sería difícil eitar una catástrofe de este tipo considerando que ayer cayeron en Alforja más de 400 litros de agua por metro cuadrado.

En el caso de que la climatología se mantenga, el responsable gubernativo espera que el nivel del río Francolí vaya descendiendo a lo largo del día y se pueda trabajar en el restablecimiento de los servicios fundamentales, como suministro eléctrico, carreteras, ferrocarriles y telefonía.