Pese a la tarea desarrollada por sus equipos, la compañía aérea española ha informado que hubo de suspender 20 vuelos, nueve nacionales y 11 europeos. Otros 26 registraron retrasosde entre una y seis horas y más de 500 pasajeros fueron alojados en hoteles próximos hasta poder atender la salida de sus vuelos.

Los portavoces de Iberia señalan que todos los aviones que requierieron sus servicios fueron atendidos, tanto si tenían acuerdos de asistencia de este tipo como si no, como fue el caso de 6 aparatos de otras empresas de la competencia, entre las que figuran Air Europa, DHL y UPS.

Asimismo, la empresa reconoce que su tarea de asistencia a otras compañías requirío mucho ás tiempo del habitual, ya que no se encontraba disponible el lugar que el aeropuerto destina a realizar la operación de deshielo, obligando emplear en limpiezas y desplazamientos una media hora, cuando lo habitual es hacerlo en unos 5 minutos.

Iberia dispone en Barajas de siete equipos de deshielo que se utilizaron "hasta el límite de sus posibilidades", con recorridos de un lado a otro del aeropuerto siguiendo las indicaciones de los responsables de la terminal madrileña.