Rodríguez indicó que la Dirección General de Protección Civil advirtió de la necesidad de extremar la precaución por parte de los conductores, especialmente en las carreteras de Castilla La Mancha, Madrid y parte de la región valenciana, y aconsejó llevar cadenas.

Sin embargo, indicó, las recomendaciones no debieron resultar "concluyentes, parece ser, para muchos conductores que por algunas de las carreteras en las que se había avisado que odían ocurrir estos incidentes se aventuraron a salir".

Según Rodríguez, una vez detectada la situación de alerta, fueron movilizados medios de Protección Civil, la Guardia Civil, Cruz Roja y unidades del Ejército para "antender a los ciudadanos que se quedaron atrapados en las carreteras".

De acuerdo con su explicación, la ayuda ha sido difícil de hacer llegar a algunos puntos porque los coches cruzados en las carreteras dificultaban el paso de las máquinas quitanieves y las unidades del Ejércit.

Reconoció que, como consecuencia, "no a todo el mundo se pudo llegar como se quería", aunque sí se atendió a "miles de personas". Puso como ejemplo que, en la Comunidad de Madrid, se alojó en quince municipios a casi 2.200 personas; en Toledo, a la altura de Ocaña fueron alojadas varios miles de personas; y en Cuenca, a casi quinientas.

Esta ayuda fue prestada por las administraciones y también por particulares que pusieron a disposición de los afectados sus casas en "una noche que para muchos a resultado aciaga, desde luego", indicó Rodríguez.

"Desde el primer momento, todo el aparato de la Administración ha estado a disposición de los ciudadanos. Sentimos de verdad no haber llegado a todo el mundo a primera hora para ayudarles, pero ha habido un esfuerzo monumental para que la situación fuera lo mejor posible, dentro del incidente, dentro de la desgracia", concluyó.