Llanos explicó que las zonas más conflictivas son la localidad toledana de Talavera de la Reina, donde el agua alcanzará un caudal de 1.000 metros cúbicos por segundo, y Toledo, donde problablemente será de 500, lo que afectará un año más a las sendas y a los parques ecológicos de la provincia.

Sin embargo, descartó que el río pueda llegar a desbordarse, a no ser que las condiciones meteorológicas vuelvan a cambiar radicalmente, aunque indicó que las pevisiones apuntan a que esto no sucederá.

Señaló que el hecho de que vuelva el buen tiempo permitirá llevar a cabo el alivio de los embalses, en previsión de nuevas inclemencias.

Según Llanos, los embalses de la cuenca se encuentran al 70% de su capacidad, porcentaje similar al que se registraba en las mismas fechas del año pasado, pero recalcó que la capacidad es un factor que determina la propia confederación. "Los embalses los tenemos a lo máximo que consideramos que debemos tenerlos", explicó