Según informó hoy el Ejecutivo regional, en el caso de las denuncias por un supuesto maltrato, el 60,6% las hicieron personas que guardaron el anonimato, el 17,6% eran familiares de la víctima, el 14,1% las propias personas mayores y el 7,7% personas que no tenían parentesco con las víctimas. Por género, el 65,7% de las llamadas fueron efectuadas por mujeres.

Las denuncias mayoritarias se debieron a una negligencia o abandono de la persona mayor, que ascendieron a 333 y que supusieron el 53,7% de los casos. Les siguen los malos tratos psicológicos (19,2%), los malos tratos físicos (16,7%) y otras tipologías, como la utilización no autorizada o ilegal de fondos, propiedades o recursos de la persona mayor (4,3%).

Por provincias, Sevilla registró el 39,5% de las denuncias; Málaga, el 15,3%; Córdoba, el 12,1%; Cádiz, el 10,1%; Granada, el 8,9%; Jaén el 6,1%; Huelva, el 4,3%, y Almería el 3,7%.

El perfil medio de la persona mayor en riesgo de maltrato es el de una mujer viuda, con unos 75 años, que padece alguna enfermedad crónica o demencia, depende de quien le cuida y que, en la mayoría de los casos, sufre aislamiento social.

En cuanto a la presunta persona maltratadora, su perfil más habitual es el de un familiar del mayor, que depende económicamente de la víctima, tiene antecedentes de violencia doméstica y puede sufrir alguna drogodependencia.