Según informó hoy la Junta de Andalucía, el número de denuncias por maltrato es similar al que se registró entre enero y junio de 2007, aunque han aumentado las llamadas que demandan información en general sobre recursos para la atención a las personas mayores (905 llamadas más que en el primer semestre de 2007).

Este teléfono de la Junta de Andalucía facilita de manera directa y personalizada las 24 horas del día durante todo elaño información de servicios y recursos existentes en esta comunidad dirigidos a personas mayores. A través de él, se detectan situaciones de riesgo que afectan a los mayores para llevar a cabo la intervención más adecuada en cada caso.

De las 420 denuncias de maltrato realizadas hasta junio, un 41% las hicieron personas que guardaron el anonimato, el 26% eran vecinos de las víctimas, el 18% familiares y el 15% las propias personas mayores que consideran que sus derechos han sido vulnerados. El 74% de las llamadas fueron efectuadas mujeres.

Por provincias, Sevilla se situó a la cabeza en el primer semestre, con el 38% de las denuncias (158), seguida de Cádiz (59), Córdoba (52), Málaga (51), Almería (34), Granada (28), Huelva (27) y Jaén (11).

El 86% de las situaciones de riesgo denunciadas ocurren en el domicilio habitual de la persona mayor. De ellas, la mayoría se refieren a una negligencia o abandono (151 denuncias, el 50% del total); malos tratos físicos o psicológicos (156, el 43%), y otras tipologías (26 denuncias).

El resto de las situaciones denunciadas ocurren en centros, principalmente por supuestas deficiencias en la atención sanitaria (19), trato inadecuado por parte del personal (18), falta de higiene (7), inadecuada alimentación (7) y escasez de personal (6).

PERFIL DEL MALTRATADOR

Las medidas requeridas para atender cada caso se canalizan a través de las delegaciones provinciales de la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social, con la intervención de los servicios sociales comunitarios, la inspección de servicios sociales o, incluso, de la fiscalía. Esta última ha intervenido en 27 ocasiones durante el primer semestre de este año, debido a la necesidad de actuar de manera inmediata.

Según el Ejecutivo andaluz, el perfil medio de la persona mayor en riesgo de maltrato es el de una mujer viuda, con unos 75 años, con alguna enfermedad crónica o demencia, que depende de su cuidador y que, en la mayoría de los casos, padece aislamiento social. En cuanto al presunto maltratador, su perfil más habitual es el de un familiar de la persona mayor, que depende económicamente de la víctima, tiene antecedentes de violencia doméstica y puede sufrir alguna drogodependencia.