Según la FRAVM, el incremento previsto para este año, un 13,7 por ciento, no se corresponde con el índice de precios al consumo preisto. "Lo coherente sería que en ningún caso la subida de las tarifas telefónicas fuera superior al IPC", afirma en un comunicado la organización.

La FRAVM propone que, antes de abordar cualquier subida telefónica, debería elaborarse un Reglamento de Calidad del Servicio, "que garantice la eficacia de los derechos de los usuarios, que en modo alguno, en este momento, se ven garantizados".

Asimismo, reivindica que si se producen incrementos de tarifas, éstos deben venir acompañados de bonificacions para los consumos y cuotas de enganche de los usuarios con bajos ingresos económicos, pensionistas y parados.