Esta inversión representa un descenso respecto al importante esfuerzo financiero realizao por la filial de móviles del grupo Telefónica en 1995, que se sitúa en torno a los 80.000 millones de pesetas, después de haberla revisado en unos 10.000 millones.

Los altos ejecutivos de la compañía consultados por Servimedia señalaron que dicha reducción de inversiones es lógica, una vez quese ha realizado ya el mayor esfuerzo financiero para completar prácticamente al 100% la red analógica de MoviLine y hacer llegar al 50% del territorio la digital de MoviStar.

La mayor parte de las inversones previstas para 1996 deberán centrarse en la extensión de la red digital GSM, con el objetivo último de disponer de la infraestructura necesaria para lograr la mayor base de abonados posible, con el atractivo de unos servicios de calidad a precios competitivos.

En este sentido, las previsiones de crecimiento de abonados para el año que viene pasan por un espectacular aumento de los clientes de telefonía móvil GSM, en torno a los 450.000, y una cifra similar de los de MoviLine.

Las estimacione de Telefónica Móviles para el cierre de 1995 sitúan la cifra global de abonados por encima de los 900.000, de los que unos 35.000 serían clientes GSM de MoviStar y el resto de MoviLine.

Los responsables de la compañía han señalado a Servimedia que 1996 marcará un punto de inflexión en la evolución del negocio de telefonía móvil en España, ya que debe ser el año del lanzamiento definitivo de los servicios GSM, que hoy pueden adquirirse en libre competencia entre Telefónica y Airtel.

Sin embargo, seguran, el mercado de servicios móviles analógicos "seguirá teniendo mucha vida, incluso hasta más allá del año 2002, al tratarse de una modalidad que cuenta con más tiempo y una cobertura mucho más extensa que la GSM".

Con estas previsiones, para finales de 1997 se espera que existan en España 1,7 millones de clientes de telefonía móvil, que aumentarán hasta 3,8 millones en 1998 y a unos 5,4 millones en el año 2000, lo que equivale al 13,5% de la población.

Actualmente, la penetración de estos ervicios ronda el 2,5% de la población española y la operadora prevé que en la primavera de 1996 se sitúe en el 3%.