La compañía aclaró en un comunicado que los precios máximos recgidos en la orden se refieren a dos nuevos servicios aún no comercializados.

Uno es la posibilidad de recibir en un teléfono móvil un aviso corto que indique que se ha recibido un mensaje en el contestador de un teléfono fijo, y el otro, la posibilidad, si el aparato de teléfono fijo lo permite, de marcar automáticamente el número de la última llamada recibida, es decir, rebotar una llamada entrante.

Telefónica añadió que estos productos podrán llevar un considerable descuento sobre los precios arobados por el Ministerio de Fomento, o ser gratuitos, como sucede en la actualidad con el servicio voluntario de Contestador Automático en Red.

Sin embargo, la noticia inicial de que el servicio contestador y la rellamada iban a dejar de ser gratuitos levantó las protestas de las asociaciones de consumidores, que mostraron su temor de que, tarde o temprano, eso iba a suceder.

La Confederación de Asociaciones de Vecinos, Consumidores y Usuarios de España (CAVE) recordó, mediante una nota de prens, que el servicio de contestador automático no es totalmente gratuito, ya que, al capturar la llamada, Telefónica factura una comunicación que, sin contestador, hubiera perdido.

En este caso paga quien llama, y como el destinatario llega a tener conocimiento de que han querido hablar con él, éste efectúa otra llamada de respuesta, con lo que la compañía gana dos conexiones gracias al servicio gratuito de contestador.