La inversión global del proyecto, en su primera fase, asciende a 25.000 millones de pesetas, de los que 5.000 serán aportados por Telefónica, y su objetivo es crear una base central de datos que permita conocer en culquier momento el estado de las conexiones entre centrales telefónicas.

Según los responsables de la compañía, la medida supondrá una mejora sustancial del servicio y calidad de las comunicaciones de transmisión de datos, de los que suelen mayor hacer uso bancos y pequeñas y medianas empresas para hacer transaciones comerciales.

El contrato firmado, en el que IBM se responsabiliza del suministro principal, Eritel ejecutará el desarrollo y Telefónica Sistemas realizará las comunicaciones, asumen e compromiso de todas las partes de que 23 provincias españolas de las 52 que hay en todo el país, incluidas Cauta y Melilla.

Los responsables del proyeto aseguran que que en 1993 el número de provincias que podrían usar el sistema reformado de gestión en la transmisión de datos del país ascenderá a 40.