Esta emisión de obligaciones perpetuas subordinadas, con fecha de rescate a ocho años, ha tenido una buena acogida por parte de los inversores institucionales, a la vista de la demanda registrada de hasta 3.000 millones de euros, cuatro veces el importe finalmente emitido.

La base inversora ha estado muy diversificada, compuesta fundamentalmente por inversores internacionales, más del 95% del total.

La compañía ha logrado mejorar las condiciones de forma significativa hasta fijar el coste definitivo en el 6,75%, desde un cupón inicial de 7,125%, lo que representa una reducción de cerca de 40 puntos básicos.