Según los responsables de la compañía, uno de los factores que más está influyendo en la cuenta de resultados del presente año es el incremento del tipo efectivo en el Impuesto de Socedades que soporta la entidad, que hizo aumentar la partida para cubrir las obligaciones tributarias de la sociedad un 52,6 por cien.

Los ingresos totales de la sociedad en esos tres meses fueron de 310.317 millones de pesetas, de los que 292.987 procedían de las operaciones del grupo, mientras que los gastos sumaron 132.721 millones, lo que arroja un resultado operativo de 177.595 millones de pesetas.

Para amortizaciones se emplearon 94.685 millones de pesetas y para gastos financieros 54.375 milones, lo que arrojan un resultado de explotación de 78.841 millones de pesetas.

La dirección de Telefónica achaca a las condiciones económicas generales que la cifra de ingresos por la actividad normal de la sociedad haya descendido respecto al ritmo alcanzado en otros años, con una facturación de 292.987 millones de pesetas que, en un 78,7 por cien, proceden de los servicios telefónicos, un 12,4 por cien de los servicios de transmisión de datos, un 7,4 por cien de la comercialización y alquiler de trminales y un 1,5 por cien de publicidad.

También los gastos operativos de la compañía han relajado su ritmo de crecimiento en el primer trimestre, un 4 por cien, de acuerdo con la política de contención de los gastos corrientes aplicada por Telefónica.

La inversión material bruta realizada en este periodo fue de 63.805 millones de pesetas, que han permitido instalar 62.700 líneas urbanas y 32.310 enlaces, lo que eleva la cifra total de líneas de telefonía básica instaladas a 15.515.557, con una asa de crecimiento del 1,7 por cien y un porcentaje de digitalización del 38,7 por cien.