En una rueda de prensa convocada en apoyo de la movilización, el secretario general de UGT, Cándid Méndez, dijo que las últimas decisiones que están tomando los responsables de Telefónica ponen en entredicho la prestación del servicio universal.

Entre los aspectos criticados por Méndez destaca el reciente cambio de estructura organizativa del grupo Telefónica, sin que estas modificaciones lleven aparejadas garantías para las condiciones laborales de los empleados, ni para la calidad que debida a los usuarios.

El secretario general de UGT apoyó sus críticas en que los beneficios de la compañíahan ido creciendo continuamente en los últimos años, mientras que el empleo ha seguido el recorrido opuesto.

En este sentido, apuntó que los beneficios de Telefónica en 1997 fueron de 130.000 millones de pesetas, y que las primeras estimaciones para 1998 apuntan a que rondarán los 190.000 millones. En cambio, frente a los 74.340 empleados del grupo en 1993 se ha pasado a pasado 52.000 a finales del año pasado, lo que equivale a un descenso del empleo del 41%.

Este comportamiento ha llevado a que a productividad por empleado haya crecido espectacularmanete desde las 199 líneas por empleado en 1993 hasta las 308 de 1998, es decir, un 197% más. Esto permite afirmar, dijo Méndez, que "Telefónica es la operadora de telecomunicaciones más productiva, con diferencia, de la Unión Europea".

Asímismo, negó el argumento empleado por la dirección del grupo de que la reducción de plantilla que se está aplicando en la firma cabecera se esté compensando con contrataciones en las filiales y las otras operadoas, porque en el conjunto del sector de las telecomunicaciones las plantillas han disminuido desde 1993.

La última jornada de huelga celebrada en Telefónica tuvo lugar el pasado 14 de enero, y en ella se sucedieron diferentes cortes de servicio que la compañía decidió investigar, ante la posibilidad de que se tratasen actos de sabotaje.

Uno de los aspectos que más critican los representantes de los trabajadores de Telefónica es que la nueva dirección surgida tras el cambio de Gobierno y la privatzación total de la operadora, haya supuesto la ruptura del modelo de diálogo e interlocución que se había venido aplicando desde hacía años.