Con este argumento, Borrell dijo que planteará en la reunión del Grupo Socialista del próximo lunes que se vote en contra del decreto, sumándose así a las dificultades que los socios catalanes del Gobierno han anunciado ya para ratificar esta liberalización tal y como la ha redactado el Gobierno.

Desde su experiencia como ex responsable de telecomunicaciones en el Gobierno socialista, Borrell dijo coincidir con las crítias de CiU al decreto sobre la moratoria de dos años impuesta a Telefónica en el sector del cable, que calificó como "un disparate".

A su juicio, el argumento del Gobierno de que dicha moratoria persigue favorecer la competencia "no es válido, porque esa competencia no es un fin en sí mismo, sino un medio para favorecer el mercado, y muchas multinacionales deben pensar que en España estamos locos, maniatando durante dos años al principal operador y único capaz de plantarles cara, que es Telefónica".

Tampoco se mostró de acuerdo con la modificación por decreto de la Ley de Cable, en lo referente a los concursos convocados por el PP, "con la única finalidad de santificarlos, en un acto de revancha política".