Tras debatir los estatutos de la Fundación Teatro Lírico de Madrid, elaborados por José Núñez Núñez, asesor jurídico del Ministerio de Cultura, los participantes se mostraron partidarios de la adopción del modelo jurídico de fundación, que desarrollará sus actividades de acuerdo con el derecho privado y favorecerá progresivamente la colaboración de iiciativas privadas.

Este modelo es muy similar al adoptado en el Teatro Gran Liceo de Barcelona, en el que participan también las tres administraciones (estatal, regional y local) y que recientemente ha demostrado su eficacia al agilizar los trabajos de reconstrucción del auditorio tras el incendio sufrido el pasado mes de enero.

El director general del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), Juan Francisco Marco, presentó el documento sobre la estructura organizativa, qe incluirá un patronato como órgano de gobierno y representación, y un director de la fundación, que será responsable de la gestión artística, administrativa y de comunicación.

Antoni Ros Marbá, director del Teatro Real, defendió la necesidad de crear una oferta de programación equilibrada, que concilie las obras básicas del patrimonio histórico, los grandes títulos de repertorio y el fomento de la nueva creación.

También destacó que el Teatro Real debe estar inscrito en las estrategias de colaboación y coproducción con los principales teatros europeos en los ámbitos de la ópera, el ballet y demás manifestaciones musicales de interés artístico y cultural, así como favorecer la generación de nuevos públicos.

Finalmente, todos los asistentes remarcaron la necesidad de adoptar urgentemente todas aquellas medidas que conduzcan a la pronta inauguración del Teatro Real, cuyas obras se están desarrollando desde 1988, sin que aún se conozca una fecha exacta para su inauguración, que la ministra de Cutura, Carmen Alborch, ha anunciado que será en el curso de 1995.