El silencio del presidente madrileño es considerado por el equipo de Salgado una "falta de educación" de Ruiz-Gallardón, quien había reiterado su apoyo a Elena Salgado y su compromiso de mantener el Teatro Real almargen de la política.

"El proyecto del Teatro Real, que pretendemos se convierta en un motor de la cultura española, estará defendido hasta la beligerancia por la Comunidad en Madrid", afirmó el 14 de diciembre de 1995 Ruiz-Gallardón en presencia de la ex ministra de Cultura Carmen Alborch, en el acto de constitución de la Fundación Teatro Lírico, que rige el futuro del Real y el Teatro de la Zarzuela.

El secretario de Estado de Cultura, Miguel Angel Cortés, mantuvo ayer una reunión con Elena Sagado para pedirle su dimisión por falta de "confianza política". Salgado se negó a presentar la dimisión, ya que mantiene que debe ser el Patronato del teatro quien decida su futuro.

El empeño del Ministerio de Educación y Cultura en cesar a Elena Salgado se debe, según las fuentes consultadas, a que fue un personaje muy destacado en la anterior Administración socialista e hizo cosas que molestaron mucho al PP, como por ejemplo la Ley del Cable.

Aunque de los doce componentes del Patronato de la undación Teatro Lírico cinco lo fueron a propuesta de la Comunidad de Madrid, gobernada por el PP, y los restantes por el Gobierno socialista, en el mundo de la cultura no sorprendería que se produzcan dimisiones en señal de solidaridad con Elena Salgado.

El equipo de Salgado advierte que el ministerio se ha metido en "un jardín muy complicado", porque al aceptar como fecha de inauguración del Teatrol Real el 17 de octubre de 1997, el tiempo corre en su contra. "Cuanto más tiempo esté paralizado el pryecto del Teatro Real, más difícil será sacar adelante cualquier programación", indicaron.

Las fuentes consultas comentaron que tienen la impresión de que los responsables de Cultura no quieren inaugurar el Teatro Real con "Pársifal", de Wagner, una decisión que también provocó críticas contra Elena Salgado.