En declaraciones a la Cadena Ser, Cambreleng explicó que su modelo ideal e dirección es el "piramidal", en el que el gerente, como máximo responsable, depende de los dueños del teatro y tiene responsabilidades sobre los directores artístico, musical o administrativo.

"En la actual estructura", señaló, "el director artístico dependería directamente de la comisión ejecutiva de la fundación y el papel del gerente es...es lo que yo quisiera saber (...) No me siento con ganas de ser responsable de algo que no depende de mis actos".

Cambreleng subrayó que el conflicto es deámbito competencial y no tiene nada que ver con los directores actuales. En concreto, dijo que mantiene una excelente relación con el director artístico, Emilio Sagi.

De sus cuatro años de gestión, hizo un balance positivo, a pesar de los "muchos avatares" que ha tenido que sortear y de que le hubiera gustado que el teatro tuviera una financiación equiparable a la de otros importantes coliseos del mundo.