Es la versión que hoy ofreció en rueda de prensa el director del Español, Mario Gas, horas después de que el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón anunciara que finalmente no se contrataría el montaje.

Gas dijo en rueda de prensa que la decisión de cancelar la obra la tomaron ayer Rubianes y él, y a primera hora de hoy se la comunicaron a la concejala de las Artes, Alicia Moreno, con antelación a la comparecencia ante los medios de Ruiz-Gallardón. Según Gas, desde el consistorio no ha habido ningún "veto" ni se ha dicho en ningún momento que la obra tenía que ser levantada de la programación.

Gas remarcó que ha sido únicamente Rubianes, en una decisión "que le honra", el que ha decidido retirar las funciones previstas en el Español entre el 19 y el 24 de este mes tras la "presión ambiental" que se ha creado contra él a partir de las declaraciones sobre España y los españoles que hizo en enero en la televisión pública catalana TV3.

Gas admite que quizá fueron unas consideraciones "poco afortunadas", pero que su responsable ha aclarado y rectificado sin éxito en diversas ocasiones.

A su juicio, son palabras que se han "descontextualizado" y provienen de una persona de la que no alberga ninguna duda sobre su españolidad y su progresismo.

Gas se declaró "triste" y "apesadumbrado" por lo sucedido y dijo que se ha planteado dimitir ante el temor de que vuelva a verse sometido a "hipotecas" de esta naturaleza por parte de personas con "oídos que no quieren oír".

"Voy a reflexionar sobre la idoneidad de mi continuidad", dijo el director, quien aseguró que este "affaire Rubianes" quizá haya servido para poner de manifiesto que a lo mejor todavía perviven "las dos Españas".

Gas anunció que el Teatro Español estará cerrado los días previstos para "Lorca eran todos", porque "es lo coherente y lo honesto".