Cultura
El teatro es un “altavoz” para reflexionar sobre las discapacidades invisibles
- El actor con parálisis cerebral Telmo Irureta reclama eliminar los "estereotipos" sobre la discapacidad
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Una depresión o las dificultades para relacionarse con las personas no se ven a simple vista, pero existen. Dan lugar a discapacidades invisibles. Estas situaciones están posicionadas en la sociedad como tabúes, son objeto de prejuicios y, por ello, los estereotipos sobre la discapacidad y la salud mental son más protagonistas.
El arte se ha convertido en una herramienta para reivindicar que las discapacidades invisibles son una realidad y están en el día a día de la gente. Precisamente, esto es lo que hace la obra teatral ‘Sabes que las flores de plástico nunca han vivido ¿verdad?', ya que reflexiona y profundiza sobre esas discapacidades y la complejidad de las relaciones sociales.
El Centro Dramático Nacional (CDN) plasma con ella el valor del teatro como “altavoz” y herramienta “terapéutica” para tratar estos temas, entre otros. Así lo describe en una entrevista a Servimedia una de las actrices de esta obra, Aitziber Garmendia, quien defiende la relevancia de la “empatía” y el saber cómo se sienten las personas de alrededor y sus causas.
En este montaje participa el actor con parálisis cerebral y ganador de un Premio Goya en 2023 Telmo Irureta, que declaró a Servimedia que es “muy bueno” tratar los sentimientos porque ayuda a romper los estereotipos y a contar otras historias, que no son tan habituales.
Mireia Gabilondo dirige esta obra, que puede ver desde este viernes hasta el próximo 24 de noviembre en la Sala de la Princesa del Teatro María Guerrero, y que se lanza en colaboración con la IX Bienal de Arte Contemporáneo Fundación ONCE.
Irureta, Garmendia y los actores Karmele Aranburu y Candela Solé dan vida a cuatro personajes que se enfrentan a sus propias luchas y desafíos personales, y se trata la posibilidad de encontrar belleza y esperanza en esos momentos complejos.
PLASMANDO REALIDADES
Una de las protagonistas de la obra tiene una profunda depresión y vive indirectamente a través de una joven con discapacidad intelectual que parece traerle algo de alivio o sentido a su vida y que se encarga de cuidar las plantas un hombre que tiene una discapacidad inasible.
Este último vive una relación muy íntima con Alexa, una inteligencia artificial, de la cual solo habla con su psiquiatra, quien a su vez es una mujer misántropa, con una “discapacidad emocional”, que se siente abrumada por la vida y se plantea el suicidio como una alternativa.
Gabilondo detalló a Servimedia que la obra es una “comedia trágica de enredos y mentiras” porque aborda temas difíciles desde el humor y el respeto, los protagonistas no cuentan lo que sienten y eso crea una “comedia de enredo a través de las mentiras”.
INFRAREPRESENTADA
La discapacidad y la salud mental están “muy poco o nada” representadas en el mundo del teatro y del arte en general, en opinión de Irureta. La poca aceptación y “normalización” de la discapacidad es un problema social, pero, en este caso, “quizás, a los propios actores y guionistas no les atraen tanto” las historias fuera de lo frecuente.
“Estamos muy acostumbrados” a ver comedias románticas, de una chica guapa, jovencita y con un chico guapo, pero igual, “si se descubren otro tipo de historias, puedan gustar también”, sostuvo.
Sobre esto, Aranburu señaló que hace 50 años hablar “con normalidad” de salud mental en una obra teatral con personas con discapacidad “era imposible” y que el público se plantee estos temas es “muy necesario”.
También, el “equilibrio” que puede generar un montaje como este en el público porque verse “reflejado en los demás” en un escenario o en un cuadro o en una campaña institucional “ayuda a salir del agujero”.
VALORAR A LAS PERSONAS
Tanto en esta obra como en la vida “lo importante” es que una persona tenga una “buena red” para estar “acompañada” cuando esté en situaciones en las que “no ve la salida”, señaló Solé a Servimedia.
Igualmente, las personas con discapacidad tienen que ser valoradas por su trabajo y lo que son capaces de hacer porque, además, son, “incluso, más capaces” que otras porque, aunque sus “herramientas se reduzcan, tienen otras formas de transmitir”, afirmó la directora de la función.
La obra y el personaje que interpreta Irureta tienen que ser valorados por su trabajo y “lo bien que lo hace”, y hay que evitar que el público diga “qué bien lo hace aun teniendo discapacidad” o “qué bien se trata la discapacidad de Telmo”.
Por esto, una de las reivindicaciones principales de los artistas es que una discapacidad “no es un impedimento” para poder transmitir lo que se quiere y tampoco “tiene que anular a un ser humano”.
ACCESIBILIDAD
Por otro lado, Irureta reclama más accesibilidad en los teatros, no solo en las representaciones de las obras, sino que también en los espacios para el público y para los trabajadores. Para ello, exige unos “escenarios y camerinos más y mejor adaptados”.
Así, apuntó que para lograr esto se necesita “más concienciación” sobre las necesidades de las personas con discapacidad y “más unión social” porque la unión “hace la fuerza”. En este sentido, los días 21 y 22 de noviembre se habilitarán funciones accesibles en el mismo Teatro María Guerrero para facilitar que acudan todo tipo de personas con discapacidad.
(SERVIMEDIA)
18 Oct 2024
AGG/pai/clc