Investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Cambridge analizaron el consumo de esta bebida por parte de 1.200 mujeres deentre 65 y 76 años, con el fin de analizar el efecto del té en la densidad mineral del hueso.

Los investigadores concluyen que las bebedoras de té tenían niveles más altos en la zona lumbar de la columna vertebral y en dos áreas de la cadera que las no bebedoras.

Sin embargo, la densidad no era significativamente más alta en el cuello del fémur, donde ocurren habitualmente las fracturas. En las mujeres que añadían leche al té, los niveles sólo eran más elevados en la parte mayor trocánter del fémr.

Los investigadores creen que es necesario profundizar más para afirmar que el té previene la pérdida de hueso por su contenido isoflavonoide, por lo que recomiendan otras medidas, además de tomar té, como consumir calcio y vitamina D, limitar el alcohol, no fumar y estar activo físicamente.