La tasa de actividad de los migrantes también es superior a la de la población general en casi 15 puntos, siendo ésta la mayor diferencia alcanzada en el último decenio. En concreto, la tasa de actividad de los migrantes se colocó en 1997 en el 64,4%, la más alta desde 1988, frente al 49,7% en la población general.

Los datos del INE muestran que la tasa de paro de los migrantes ha crecido de manera importante con relación al año 1996, cuando se situó en el 30,8%.El nivel de paro entre este colectivo alcanzado en 1997 es el segundo más alto de los últimos diez años, sólo superado por el año 1993 (tasa de paro del 37,4%).

El empeoramiento de la tasa de paro de los migrantes se ha debido sobre todo a la situación de las mujeres, cuya tasa de paro alcanzó un 51,5% en 1997, casi diez puntos más que en 1996. Por edades, la tasa de paro de los migrantes jóvenes de 16 a 19 años, del 38,8%, es la única que queda por debajo de la de la población general.

Según losdatos del INE, sólo la tercera parte de los parados encontraron trabajo con el cambio de residencia. De los migrantes que buscaban empleo en el municipio de origen, más de la mitad, el 54,3%, continuaban parados un años después y un poco más de la tercera parte, el 38,3%, logró encontrar trabajo en el municipio de destino.

Las tasas de paro de los migrantes son superiores a las de la población general en todas las zonas de destino, excepto en el sur (Andalucía, Murcia, Ceuta y Melilla), donde dicha taa, del 27,3%, es inferior a la de la población general (29,7%). La situación es especialmente desfavorable para los migrantes de la zona centro, con una tasa de paro del 48%, frente al 21,4% de la población general.

También la zona noroeste (Galicia, Asturias y Cantabria) las diferencias son grandes, al registrarse una tasa de paro en el colectivo de migrantes del 43,2%, frente al 19,7% de la población general. La tasa de paro de los migrantes de Madrid es la más baja de todas las zonas (del 20,4%), mentras que la más alta corresponde a la zona centro -Castilla y León, Castilla-La Mancha y Extremadura- (48%).

MIGRACION RURAL

Los datos del INE reflejan también que se ha frenado en 1997 el descenso de la migración urbana en beneficio de la rural. Desde 1992 a 1996 la proporción de migrantes que trasladaba su residencia a un medio urbano pasó del 62,6% al 54%, mientras que la migración rural creció del 37,4% al 46%. Sin embargo, en 1997 la proporción de migrantes a zonas rurales es del 44,9% y la d migrantes a zonas urbanas es del 55,1%.

Por lo que se refiere a la tasa de actividad de los migrantes, el colectivo de 40 a 49 años tiene la tasa de actividad más alta, del 79,8%, desplazando a los que tienen entre 30 y 39 años, que durante diez años han ocupado la primera posición. Por sexos, la tasa de actividad de los migrantes varones fue en 1997 del 78% y entre las mujeres del 50,8%.

En todas las zonas de destino, las tasas de actividad de los migrantes son superiores a las de la población eneral. Estas diferencias son importantes, oscilando entre los 11 puntos de Madrid y la zona centro hasta los 25 puntos de Canarias.

Según la encuesta del INE, también se observa entre los migrantes una mejor cualificación académica que en la población general. La proporción de migrantes con titulación universitaria, del 18,4%, es casi el doble que entre la población general (10,3%). Además, la proporción de migrantes analfabetos, sin estudios o que como mucho tienen estudios primarios es del 32%, frete al 48,5% en la población general.