En declaraciones a Servimedia, Ibarra exigió que se ponga en práctica de verdad el nuevo Código Penal, que tipifica como delito la cración de grupos que inciten al odio racial o religioso, en lugar de limitarse a perseguirlos cuando provocan desórdenes públicos.

Recordó que, desde que la tipificación de este delito en el nuevo Código Penal de 1995, no se ha puesto a ninguna persona a disposición judicial por cometerlo, lo que traslada a la sociedad un mensaje de "impunidad y de indiferencia por parte de los responsables de seguridad ciudadana y de la judicatura, que deja perplejo al conjunto de los ciudadanos".

"Durante los úlimos diez años ha habido noticias sistemáticas de ataques a inmigrantes, de ataques a jóvenes, a indigentes, a homosexuales. En la década, ha habido una presencia activa muy criminal de este tipos de grupos, y echamos en falta una actuación firme del Estado contra estas bandas", subrayó.

En su opinión, "hasta el momento en que se erradiquen estos grupos estamos corriendo un riesgo colectivo de que se produzcan ataques de esta naturaleza (como los ocurridos en Tarrasa). La pregunta es cómo es posible qe esta gente pueda campar sin ningún tipo de problema"

El presidente del Movimiento contra la Intolerancia, puso de manifiesto la preocupante situación de Barcelona, donde hay varios centenares de "cabezas rapadas", junto a los otros dos principales focos de actuación de estos grupos violentos, Madrid y Andalucía, con una importante presencia de "skin heads" en Sevilla y Málaga.

Asimismo, resaltó que en los últimos años estos colectivos se han ido extendiendo a las principales capitales españolas gracias a mecanismos como los grupos violentos de seguidores de los equipos de fútbol, como "Bastión", autor del ataque a los hinchas de la Real Sociedad en el que resultó muerto Aitor Zabaleta.

Otro de los principales cauces de expansión de las bandas violentas son "los grupos de rock radical nazi, que hacen conciertos contra los inmigrantes e incluso contra la democracia, con lo que estimulan los conflictos".

Internet es la tercera vía de organización de estos grupos, que han sustituido los trdicionales "fanzines" por la Red, como instrumento para extender las ideologías violentas "de manera cada vez más preocupante".

Resaltó que hay centenares de páginas racistas y xenófobas en Internet, algunas procedentes de España y Europa y otras muchas norteamericanas. Puso como ejemplo la "Hermandad Aria de Lobos Blancos", autora de los asesinatos perpetrados reciemtemente en Londres, que también cuenta con una página en la Red.