TARANCON AFIRMA QUE EL DESPRESTIGIO DE LA POLITICA ES INJUSTO Y PELIGROSO PARA LA MARCHA Y EL PROGRESO DE LA SOCIEDAD

MADRID
SERVIMEDIA

"El desprestigio de la política y de los políticos no es bueno", según advierte el cardenal Vicente Enrique y Tarancón en su "Carta Abierta" en la revista 'Vida Nueva'.

Según el prelado, "todos tenemos el deber de darle a la política su justa valoración y de ayudr a los políticos en su tarea, no siempre fácil, de buscar la armonia, la paz y la confianza en la convivencia social y de sacrificarse por el desarrollo y perfeccionamiento de la comunidad que dirigen".

El arzobispo emérito de Madrid cree que puede afirmarse que "la política está desprestigiada. Y esto es injusto. Y, además, peligroso para la marcha y el progreso de la sociedad. Es injusto, ante todo, porque la política es una tarea digna, noble, honrada, además de necesaria".

"Es peligroso", añde el cardenal, "ya que la desconfianza en la política atenta contra la marcha ordenada de la sociedad y puede generar un malestar colectivo que empeora todas las instituciones y hace casi imposible la convivencia, que se va deteriorando hasta crear un colapso, un ambiente de recelo y hasta de hostilidad que neutraliza todas las buenas intenciones y todas las iniciativas que se pueden presentar".

Monseñor Tarancón entiende que el ejercicio de la política exige renuncias y sacrificios, y "cuando se reaiza con recta intención busca el mejor servicio a los hombres y a la sociedad.

Por eso es normal que los políticos tengan sus compensaciones, que son legítimas, siempre que garanticen su responsabilidad y su independencia. Y los que se sacrifican por el bien de los demás tienen derecho a la consideración, al respeto e incluso a la gratitud de todos".

El prelado exhorta a las personas con vocación política y con cualidades para ella, a que se dediquen con entusiasmo e ilusión. A la vez que recuerd que son los políticos los primeros interesados en revalorizar la política con su ejemplo y con su afán de servicio a los demás.

Finalmente, monseñor Tarancón hace un llamamiento a los medios de comunciación para que eviten las generalizaciones y procuren respetar a las personas, "aunque tengan que señalar, sin ira, los fallos o las equivocaciones que deben corregirse".

(SERVIMEDIA)
21 Oct 1994
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