El Sistema Arbitral de Consumo, que entró en funcionamiento en 1987 y es de adhesión voluntaria, permite dirimir las diferencias entre los consumidores y los empresarios con la mediación de la Administración y sin necesidad de acudir a los tribunales.

De acuerdo con los datos del ministerio, a 31 de diciembre de 1996 había adheridos al Sistema Arbitral de Consumo un total de 29.359 empresas y profesionales, frente a los 19.411que existían un año antes, lo que supone un incremento del 51,2%.

Desde 1987 y hasta finales de 1996, los sectores con más solicitudes de arbitraje fueron la vivienda (un 18,8% del total), vehículos y talleres (14,2%), reparaciones de hogar (10,2%), agencias de viajes (7,1%), compañías de seguros (5,9%), alimentación (5,2%), teléfono (4,1%), servicios bancarios (3,7%), gas (3,5%) y tintorerías (3,5%).

Según Sanidad, estos porcentajes no se corresponden exactamente con las reclamaciones totales qu presentan los consumidores y usuarios, ya que la adhesión al sistema es voluntaria y algunos sectores aún no se han decidido a hacerlo.

En 1996, el Instituto Nacional de Consumo contabilizó un total de 3.689 laudos (resoluciones de obligado cumplimiento) emitidos por las Juntas Arbitrales de Consumo. Según el ministerio, el número de laudos dictados va aumentando cada año en todos los sectores.

El Sistema Arbitral de Consumo garantiza la participación y la imparcialidad de las resoluciones, al etar representadas por igual las asociaciones de consumidores, los empresarios y la Administración. A finales de 1996 había en España 58 juntas en funcionamiento.