TABAQUEROS CACEREÑOS SE ENCIERRAN EN UNA IGLESIA PARA PROTESTAR POR EL MONOPOLIO ESTATAL
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Un grupo de cultivadores de tabaco cacereños, pertenecientes a la Unión de Campesinos de Extremadura (UCE-COAG), se encerraron hoy en la iglesia de la localidad de Talayuela (Cáceres), en protesta por la negativa de la empresa estatal Cetarsa a negociar con ellos los precios del tabaco.
Según informaron a Servimedia responsables deCOAG, la protesta de los tabaqueros cacereños se basa en el "comportamiento monopolístico que Cetarsa, dependiente del Patrimonio del Estado, mantiene respecto a la COAG, ya que no reconoce a esta organización agraria".
Las mismas fuentes indicaron que "esa actitud impide a los agricultores de la COAG negociar anualmente con la empresa los precios que les pagará por su cosecha de tabaco, y les deja sin posibilidad de acudir a otro comprador, ya que Cetarsa cubre cerca del 90 por ciento del mercado y sministra toda su producción a Tabacalera".
Asimismo, señalaron que, si las demás organizaciones agrarias Unión de Pequeños Agricultores (UPA) y la Federación de Tabaqueros de ASAJA tienen el reconocimiento de la empresa, se debe a que "esos sindicatos de agricultores tienen una manifiesta connivencia con la empresa a la hora de fijar los precios".
Con esas prácticas, añadieron, Cetarsa aplica una política de monopolio, sin respeto a las leyes de competencia, en el sector de compra de hoja de tabao y su tratamiento, a pesar de que fue creada por la Administración para desmantelar el monopolio del mercado de Tabacalera cuando España entró en la CE.
Cetarsa abastece, según la organización agraria, a un 90 por ciento del mercado nacional de procesado de tabaco y aprovecha esta circunstancia para imponer unos precios que lesionan los derechos de los productores.
Fuentes de la COAG aseguró a esta agencia que la empresa ofrece a los agricultores unos precios inferiores a los que sirven de referncia para fijar las subvenciones de la CE para la transformación de tabaco, "lo cual supone una apropiación de dinero público no justificada".
La organización agraria indicó que los trabajadores encerrados reclaman unos precios para la hoja de tabaco en la actual cosecha, iguales a los reconocidos por la CE para conceder subvenciones y primas a la transformación.
Esos precios, añadieron, deben ser iguales a los de la campaña del año pasado, más un ocho por ciento de subida, y deben basarse en un istema de de valoraciones por calidades "que subsane las actuales deficiencias".
"En el presente", aseguraron, "no existe un sistema efectivo de modulación de precios en las diferentes modalidades de tabaco, por lo que se está fomentando la producción de cantidad, en vez de la de calidad".
(SERVIMEDIA)
10 Ene 1991
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