El dividendo propuesto en la reunión, 150 pesetas por acción, que supone un incremento del 50 por ciento sobre el distribuido el año pasado, representa en términos absolutos un importe de 5.523 millones e pesetas.

De los 584.319 millones de pesetas (12 por ciento de incremento) de ventas a precio al público, 455.653 millones corresponden a tabaco y el resto a timbre y otros productos.

El crecimiento monetario de las ventas coincide con un aumento en el consumo de cigarrillos, al haberse alcanzado 4.096 millones de cajetillas expedidas, consecuencia en gran medida de una mayor eficacia en la represión del contrabando.

Calvillo Urabayen destacó también el esfuerzo que Tabacalera ha realizado ara dotar con alta tecnología a las instalaciones industriales, con una inversión de 6.500 millones de pesetas.

A lo largo de 1990 y primeros meses de 1991 Tabacalera, S.A vendió sus participaciones en aquellas empresas del sector alimentación y distribución minoristas, que, según Calvillo, encajaban difícilmente en la estrategia de la compañía matriz.

El sector alimentario de la compañía, en el que se incluyen Lactaria Española, S.A. (RAM), Royal Brands (antes Nabisco) y Carcesa (Apis, Fruco y Bllota Negra), mantuvieron su línea de rentabilidad, según el informe presentado ante la Junta General de Accionistas.

La financiación básica de la compañía, según Calvillo, se ha situado al final del ejercicio en 84.789 millones, siendo los recursos propios de 61.834 millones de pesetas, de los cuales 18.412 corresponden a capital y 43.422 a reservas.