Según Quintero, el artista figura en los papeles intervenidos como socio del empresario Antonio Moscoso, propietario de la "Promobiles Esparen", y era el encargado de introducir las máquinas en el mercado hispanoamericano a cambio de "importantes comisiones", aunque no quisó precisar una cifra de las cantidades que llegó a percibir.

Añadió que el empresario y Bertín Osborne intercambiaban información a través del correo y del fax, a pesar de que el cantante negó en días pasados cualquier relaión con esos hechos.

Además, el SVA incautó correspondencia entre Moscoso y los hermanos Jorge y Salomón Anes, que representaban a la sociedad exportadora en el continente suramericano.

Los dos hermanos jugaban un papel fundamental en la infrestructura sudamericana, ya que obtenían los permisos en Colombia y Venezuela y establecían el reparto de dividendos entre los diferentes socios.

La operación de salida de las máquinas "tragaperras" la efectuaban de forma legal desde el muelle de Cádiz, ero la mercancía entraba en Venezuela como componentes electrónicos.

El servicio aduanero descubrió, asimismo, que Antonio Moscoso, que en la actualidad se encuentra en libertad bajo fianza, proyectaba ampliar sus negocios a Paraguay y organizar una lotería similar al cupón de la ONCE en Venezuela.

Para ello, había estudiado los estatutos que rigen el sorteo de la organización de ciegos y ya tenía establecido el porcentaje de ganancias en un 10 por ciento para la asociación Anapace (dedicada a laprotección de enfermos mentales) y el 90 por ciento para los organizadores de la lotería, entre los que figuraba él mismo.