Así lo defendió este martes el presidente de la Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP), Lázaro González, durante el diálogo sobre 'Derechos Humanos y Personas Mayores’ celebrado en Servimedia coincidiendo con el Día de los Derechos Humanos, que fue moderado por su director general, José Manuel González Huesa, y que también contó con la participación de la profesora de Ciencias Políticas en la Universidad Complutense y miembro del patronato de HelpAge, Aida Díaz-Tendero; la presidenta de Amnistía Internacional España, Beth Gelb; y la vocal de la Junta Directiva de Movimiento por la Paz, Gloria Bombín.

En el transcurso de su alocución, González subrayó que la plataforma que preside sigue “reivindicando” los “valores” que hay “detrás” de la Declaración Universal de Derechos Humanos, entre los que citó la “solidaridad frente al odio, la verdad frente a la mentira y la manipulación y la democracia frente a la dictadura” y recordó que los derechos humanos “no afectan solo a las personas que viven en otros países”.

En este sentido, incidió en que, a su juicio, “los derechos de las personas mayores no están siempre garantizados”. “En nuestra Constitución hay derechos que también establece la Declaración de Derechos Humanos, como las pensiones, la atención sanitaria, los cuidados, los servicios sociales o la vivienda, que, para muchas personas mayores, no están garantizados o bien garantizados”, abundó, al tiempo que abogó por que esta efeméride “no solo sea un acto de celebración, sino también de reivindicación de estos derechos”.

Tras advertir de que las personas mayores no pueden ser “discriminadas” por razón de su edad, lamentó que, “a medida que aumenta la población mayor, aumenta también el edadismo”. “Hay mucha gente que piensa que las personas mayores lo único que producimos son gastos e inconvenientes”, agregó, convencido de que esto “va muy asociado a una imagen negativa” de las personas mayores, que ya representan el 20% de la población.

MUCHA PREOCUPACIÓN

En este contexto, también reconoció que a la plataforma le “preocupa mucho” la cuestión de las pensiones y afirmó que, en los últimos diez años, gracias a ellas “no han entrado en la pobreza muchos miles de personas mayores”, pese a que en ese periodo el riesgo de pobreza en este grupo ha aumentado un 6%.

Junto a ello, la entidad “defiende” también una sanidad “para todos”, algo que, a su entender, “ahora, en parte, está en peligro, porque, a pesar de tener unas buenas leyes sanitarias, hay aspectos que no se cumplen”, así como los cuidados de larga duración para las personas en situación de dependencia, que consideró “el pilar más débil de nuestra democracia”.

En paralelo, pidió viviendas “habitables y accesibles” para personas mayores en situación de dependencia o con discapacidad, al igual que mejorar la accesibilidad en los espacios públicos y, en suma, “que se hagan políticas de mayores, pero con los mayores” y que no se les “niegue” la “participación” en la sociedad.

Por su parte, Aida Díaz-Tendero reclamó aplicar un “enfoque de derechos” también en el ámbito de las políticas públicas y explicó que, en sus inicios, el derecho internacional se “centró” en la “protección para todos para lograr la mayor equidad posible” y su “siguiente paso” ha sido “crear instrumentos normativos que protegen a grupos con especial vulnerabilidad”, como el de las personas mayores.

En este punto, señaló que aplicar el enfoque de derechos humanos a las personas mayores es “un parteaguas, es romper con las asociaciones que se hacían hasta hace muy pocas décadas de persona mayor con ‘vulnerabilidad’, con ‘dependencia’, con ‘carencias’”.

ENFOQUE DE DERECHOS

“El enfoque de derechos humanos establece a la persona mayor como titular de derechos, establece garantías y responsabilidades de las personas mayores como titulares de pleno derecho y abraza la multiplicidad de la vejez”, añadió, consciente de que “hay muchas formas de ser mayor y una amplísima heterogeneidad en lo que significa ser mayor”.

De otro lado, la presidenta de Amnistía Internacional España hizo referencia en esta jornada de “conmemoración de una fecha realmente histórica” al concepto de “universalidad” de los derechos humanos, que son “específicos de cada persona”, con independencia de “dónde nazca y esté donde esté, sin distingos”, algo, dijo, “revolucionario”.

No obstante, según su punto de vista, esa “universalidad” también “tiene que ver con el ‘a lo largo y ancho del mundo’, pero también ‘a lo largo y ancho de la vida’”. “No es que uno nazca con unos derechos que luego tienen una fecha de caducidad y dejan de existir”, apostilló, al tiempo que aseveró que este día de “celebración” también es para “denunciar atropellos” y “recordar a todas y cada una de las personas que defienden a los derechos humanos”.

A su vez, Gloria Bombín urgió a “cambiar la noción de vejez” situándola en el derecho a “la independencia y la autonomía” de las personas mayores, así como a la participación y a la integración comunitaria, a la seguridad y a “una vida libre de todo tipo de violencia”.

FOMENTAR LA INVESTIGACIÓN

Asimismo, llamó a “fomentar” la investigación sobre el envejecimiento “desde cualquier perspectiva”, al entender que existe “un déficit importante en la información social y en la investigación médica” en torno a esta población y que el fenómeno “se ignora” también desde el punto de vista académico, psicológico y social.

Por último, coincidió en que se trata de un “colectivo diverso” que, sin embargo, “tiene algunas características comunes que lo definen” y “marcan el camino de dónde hay que enfocar las políticas” y los derechos a “atender”, como son el edadismo, que juzgó un “gran peligro”; el deterioro físico y la situación ocupacional una vez llegada la jubilación.

A este respecto, puntualizó que “toda la atención, ayuda y prestación social que es necesaria para los mayores pasan por una financiación pública” que estimó “insuficiente”, razón por la cual consideró “un reto” el hecho de “incrementar” el gasto en esos capítulos para “asegurar los derechos humanos y atender a las personas mayores”.