Escondrillas, que fue presidente de Explosivos Rio Tinto desde el 83 al 87, afirmó que la impresión que le ha producido la noticia es "mala. Luché para que no ocurriera y ha ocurrido, no quiero hablar más del tema, me afecta bastante y no quiero hablar más de él".

Calvo Sotlo, que desempeñó su puesto desde el 1964 a 1975 y actualmente no mantiene ninguna relación con Ercros, dijo que, en su época, se trataba de una empresa "floreciente" e hizo votos para que se encuentre una solución negociada que permita la supervivencia de la compañía.

Según el ex presidente del Gobierno, "que una empresa grande como ésta tenga dificultades que le lleven a la suspensión de pagos es una mala noticia siempre, y eso suele ocurrir cuando la situación económica no es muy brillante".

Asu juicio, se trata de "una empresa muy tradicional, nacida de la fusión de otras, también muy antiguas y tradicionales, y yo creo que cualquier esfuerzo razonable será bienvenido para que se salve".