La Intersindical Canaria advierte que la sanción afecta a la práctica totalidad de estibadores, con lo que la actividad quedará paralizada en el puerto tinerfeño y añaden en un comunicado que Meneses "quiere forzar" la contratación de eventuales "en una maniobra que sólo puede ser considerada como un cierre patronal".

El sindicato nacionalista canario acusa además a la Autoridad Portuaria de hacer causa común con las consignatarias y piden sus destitución.

Por otro lado, los empresarios y onsignatarios que trabajan en el puerto tinerfeño han destacado que en la actualidad un estibador cobra seis mil pesetas a la hora, aunque fuera de la plantilla los trabajadores se ofrecen a realizar la misma tarea por 1.500 pesetas la hora.