La pastoral de Angel Suquía, que viene precedida por la cita "Fui extranjero y me acogisteis", pide igualmente a las parroquias, movimientos, Cáritas y congregaciones religiosas que colaboren a informar y orientar a los extranjeros para que se beneficien de esta nueva situación.

Sin embargo, el cardenal insiste en que una vez finalizado dicho proceso, hay que seguir "empeñados en que se les reconozca la igualdad de derechos laborales y sociales y en otorgarles por parte de todos un trato digno en la acogida, en la convivencia, en el salario, en los horarios, en su tiempo libre y en el respeto a su cultura y libertad".

El proceso de regularización de trabajadores clandestinos permitirá conceder el permiso de residencia y trabajo, simultáneamente, a extranjeros que puedan acrditar que llevan viviendo en España desde hace dos años, aunque estén parados, y a aquéllos que consigan una oferta de empleo de seis meses, sin necesidad de que sea un documentos de contrato de trabajo.

Según fuentes del Ministerio de Trabajo, se calcula que esta medida favorecerá la legalización de entre 50.000 y 100.000 extranjeros ilegales, que tienen a su disposición seis centros distribuidos por toda España para realizar las solicitudes.