La Sección Quinta de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Supremo ha desestimado el recurso planteado por Greenpeace que buscaba acelerar la demolición del hotel de 20 plantas y más de 400 habitaciones, símbolo del urbanismo depredador en las costas andaluzas.

Los ecologistas recurrieron la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, de 22 de julio, que ordenó al Ayuntamiento de Carboneras la revisión de oficio de la licencia municipal de obras concedida en 2003 a la empresa promotora, pero no obligaba al Consistorio almeriense, gobernado por el PSOE, a iniciar el expediente de demolición del edificio.

El Alto Tribunal confirma así la decisión del TSJA sobre el hotel. El contenido completo de la sentencia se dará a conocer en próximos días. Se mantiene así la incertidumbre sobre la destrucción de este edificio, que quedó bajo control de la Junta de Andalucía en la pasada legislatura. El Gobierno andaluz tiene 1,1 millones de euros de sus Presupuestos para 2023 para proceder al desguace del edificio y la recuperación de la zona costera.