EL SUPREMO PARALIZA UN TALLER DE ARTESANIA QUE FABRICABA PIEZAS PARA UNA CENTRAL NUCLEAR
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El Tribunal Supremo ha dado la razón al Ayuntamiento de Sabadell por cerrar un taller de artesanía que en realidad efectuaba una actividad industrial, incluyendo la fabricación de piezas para una central nuclear.
El 15 de junio de 1992, el Ayuntamieno de Sabadell decidió cerrar el taller de la Compañía Mercantil J. Morral Magriña, S.A., al comprobar que fabricaba cosas más pesadas que artículos de regalo y ornamentación propias del oficio artesanal por el que se le había concedido una licencia. Asimismo, le instó a legalizar su actividad industrial, cosa que no ocurrió.
Al propietario de la compañía se le concedió la licencia porque aseguró dedicarse "exclusivamente a trabajos de artesanía para obtención de piezas y objetos de aluminio, bronce y leaciones, tales como trofeos deportivos, medallas, placas, ceniceros, artículos de ornamentación y regalos".
El Alto Tribunal señala que la producción de entre 10 y 12 toneladas mensuales de piezas de entre 600 y 2.000 kilos a la que se dedicaba la compañía, así como la fabricación de "alguna pieza para una central nuclear, excede con mucho, de lo autorizado en la licencia".
Además, el Supremo echa mano del diccionario para argumentar su decisión y recuerda que, desde un punto de vista gramatica, artesanos son "aquellos que hacen por su cuenta objetos de uso doméstico, imprimiéndoles un sello personal, a diferencia del obrero fabril".
(SERVIMEDIA)
14 Mar 1999
VBR