En una sentencia hecha pública hoy, el Supremo señala que tal investigación en el seno de la Policía es necesaria para "evitar qe en un Estado democrático de Derecho, unos funcionarios policiales que, por mor de trasnochadas ideas corporativas o falso compañerismo, encubran un gravísimo delito de violación acreditado y constatado".

A pesar de esto, el Supremo ha absuelto al supuesto violador y a los dos encubridores, al no quedar demostrada su culpabilidad, puesto que sólo consta el testimonio de la mujer -que identificó a su agresor en una rueda de reconocimiento-, en contra de la versión de los policías, que se niegan a faciitar dato alguno.

El Alto Tribunal pretende, con la apertura de una investigación interna, que el agente implicado y sus encubridores continúen en un cargo que les exige "la protección de todas las personas y por no ocultar a la justicia cuanto conozcan".

Según el relato de los hechos recogido en la sentencia del Alto Tribunal, el 29 de agosto de 1995, Rita M., que fue detenida en el "club Trastevere" por ejercer la prostitución, fue violada por un agente uniformado del Cuerpo Nacional de Policíaque la llevó a un calabozo para tal fin, y, tras lo cual, la introdujo en la celda que la correspondía.

El Supremo considera que no puede probarse que ambos celadores propiciasen la violación, puesto no podían saber lo que ocurría dentro del calabozo, al estar fuera de éste. No obstante, el Alto Tribunal les recrimina su silencio sobre la identidad del agresor, a quien necesariamente tuvieron que ver.