EL SUPREMO NO CONSIDERA ABUSO DE PODER LA AGRESION A UNA PERSONA QUE TENIA UNA PIERNA ESCAYOLADA

- Mantiene la pena al agresor porque la víctima podía defenderse por las manos aunque no pudiera huir

MADRID
SERVIMEDIA

El Tribunal Supremo no considera alevosía ni abuso de superioridad agredir a un hombre con una pierna escayolada, porque, argumenta, aunque no podía huir, sí estaba capacitado para"defenderse con las manos o moviendo la parte superior de su cuerpo".

La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo se pronuncia de este modo al resolver el recurso presentado por un hombre al que el ex novio de su pareja partió la boca de un puñetazo mientras esperaba a la mujer sentado en un banco porque tenía la pierna escayolada.

La sentencia relata que la pareja se cruzó con ex novio de ella cuando volvían de las fiestas de un barrio madrileño. Al llegar a su calle, la mujer subió a buscar al pero mientras él se quedaba sentado.

El agresor, que iba con un amigo, se acercó entonces a él y, tras intercambiar algunos insultos, le propinó un puñetazo en la boca "con el puño cerrado lleno de anillos", lo que le provocó la pérdida de varios dientes y una fractura de mandíbula, lesiones por las que fue intervenido y pasó doce días hospitalizado.

La Audiencia Provincial de Madrid condenó al agresor a tres años de cárcel por un delito de "lesiones deformantes", y a indemnizar a la víctima con 2.74,55 euros por los daños y otros 6.000 por las secuelas.

El agredido recurrió esta sentencia por considerar, entre otros motivos, que debió aplicarse al agresor el agravante de alevosía, dada su incapacidad de defenderse, cuestión con la que no está de acuerdo el Supremo.

SIN ALEVOSIA

El Alto Tribunal subraya que "la persona que, por tener la pierna escayolada, tiene dificultades en sus movimientos para andar, levantarse o agacharse, no se encuentra imposibilitada de defenderse, por más que est defensa pudiera serle más difícil en algunas ocasiones".

En este caso concreto, considera "claro que no existe" alevosía, ya que "no hubo indefensión total", porque la víctima "pudo defenderse con sus manos o moviendo la parte superior de su cuerpo, dado que se encontraba sentado".

"Fue atacado con las manos, y él con las manos pudo defenderse. Ni siquiera cabe aplicar en este caso la agravante de abuso de superioridad", prosigue, porque "la cojera del agredido, en las circunstancias expuestas, oco tuvo que ver con los hechos".

Concluye que "otra cosa habría podido ser si, al ser agredido, se hubiera encontrado de pie. Entonces sí habría podido influir en sus posibilidades de defenderse la grave torpeza en los movimientos que lleva consigo el tener una pierna escayolada".

(SERVIMEDIA)
11 Ene 2004
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