EL SUPREMO IMPONE 30 MILLONES DE MULTA A UN MEDICO QUE PROVOCO LA MUERTE DE UN NIÑO POR ANESTESIARLE INDEBIDAMENTE

MADRID
SERVIMEDIA

La Sala de lo Civil del Tribunal Supremo ha condenado al doctor Juan María López de Argumedoy a la clínica Virgen Blanca de Bilbao a pagar conjuntamente una multa de 30 millones de pesetas a los padres de un niño al que causaron la muerte en una intervención de vegetaciones, al anestesiarle indebidamente.

El niño de 15 años Nemesio Herrero ingresó en febrero de 1985 en la citada clínica para someterse a una operación de vegetaciones, que iba a ser realizada bajo anestesia total.

Ya en el quirófano, y sin la presencia de ningún anestesista, el doctor procedió a administrarle "la dosis nomal" de tricloroetileno sin antes haber comprobado en el estudio preoperatorio que el niño tenía alergia a este producto.

Sólo media hora después, el chico falleció en el quirófano, a pesar de los intentos de reanimación del equipo de urgencias, en el que sí había anestesista, que verificó la alergia del muchacho al producto administrado.

El Supremo considera que "no puede justificarse la no presencia de anestesista en una anestesia total, por mucho que fuese habitual", por lo que el doctor incurió en una "conducta culposa" al no poner todos los medios posibles para garantizar la correcta intervención.

Además, el Supremo condena al médico también por no haber informado correctamente a la familia del fallecido de los riesgos de la operación y de cómo se iba a desarrollar.

Según el Alto Tribunal, el paciente o sus familiares "tienen derecho a que, en términos comprensibles, se les dé información completa y continuada sobre su proceso, incluyendo diagnóstico, pronóstico y alternativas de trtamiento", lo que no se dió en este caso.

(SERVIMEDIA)
08 Mayo 1999
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