La sentencia relata que el adolescente, de 13 años, sufrió una contusión al resbalar y caer de un patín acuático que varios compañeros habían alquilado en la playa de Salou (Tarragona), dond se encontraban de viaje de estudios, con el consentimiento de sus profesores.

La Audiencia Nacional había ordenado a la Administración indemnizar al adolescente con cinco millones de pesetas por daños y perjuicios, sentencia que el Supremo anula por considerar que el accidente no se derivó de un funcionamiento anormal en los servicios educativos y extraescolares del centro público donde el menor realizaba estas actividades.

Más al contrario, las lesiones fueron causadas por "la imprudencia o toreza de la propia víctima", al resbalar del patín que había alquilado, "con la aquiescencia de sus profesores", durante un viaje extraescolar autorizado por el claustro y el consejo escolar del centro.

Los alumnos, que viajaban con cuatro tutores del colegio, pidieron permiso a los profesores, que se lo concedieron con la condición de no alejarse mucho y de permanecer en aguas donde hicieran pie, algo que cumplieron en todo momento.

Ante estas circunstancias, el Supremo resalta que la Administracin queda exonerada de la obligación de indemnizar por las consecuencias de un accidente cuando el daño ocasionado es "derivado del infortunio o la negligencia" del perjudicado.

En este caso, la Sala de lo Contencioso Administrativo del Supremo considera que el percance fue producido "por la impericia de la propia víctima", por lo que señala que no existe responsabilidad patrimonial de la Administración.