De esta forma, el Supremo confirma las resoluciones del Rectorado de la Universidad de Sevilla, por las que se expulsó "a perpetuidad a ambos alumnos y se anularon las calificaciones que habían obtenido en las asignaturas de Mecánica y de Física Aplicada.

El Supremo considera probado que ambos estudiantes entraron en los despachos de dos profesores, uno de los cuales estaba cerrado, sustrajeron el examen con las preguntas y respuestas del profesor y dieron el "cambiazo", sustituyendo los que habían realizado por otros con las soluciones correctas.

Los dos estudiantes reconocieron los hechos ante las autoridades universitarias,que llegaron a la conclusión de que ambos habían superado "brillantemente" dichos exámenes pero "mediante técnicas reprobables".

Para el Supremo, los hechos no consistieron "sólo en meras irregularidades durante el desarrollo de los exámenes, sino que se extendieron a la invasión de los despachos de los profesores y a la suplantación fraudulenta de los ejercicios guardados en ellos".

Según los magistrados del Alto Tribunal, se trata de "conductas gravemente incompatibles con la actitud académica xigible a unos estudiantes universitarios" que merecen "el máximo reproche y, por tanto, la máxima sanción".