El Supremo considera probado que el letrado, Alberto Cervera Botella, en su actuación profsional en defensa de José Damián Serrano, "erró al calcular el plazo de caducidad para el ejercicio de la acción por despido improcedente, no informando adecuadamente a su defendido".

Para el Alto Tribunal, al haber presentado la demanda por despido laboral fuera de plazo, el abogado incumplió sus obligaciones como profesional y, en consecuencia, hizo que su cliente perdiese las oportunidades procesales de defenderse ante un tribunal.

Por esta razón, el Supremo confirma la sentencia dictada pr la Audiencia Provincial de Las Palmas, por la que se condenó al letrado a abonar a su cliente la cantidad de 7 millones de pesetas en concepto de indemnización por daños y perjuicios.