EL SUPREMO ABSUELVE DE HOMICIDIO A UN HOMBRE QUE MATO A UN ENFERMO DE SIDA DE UN PUÑETAZO

MADRID
SERVIMEDIA

La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha absuelto de un delito de homicidio causado por imprudencia a un hombre que mató de un puñetazo a otro, enfermo de sida, por decir que "los jóvenes de hoy en día están todos amariconados, ya que no toman marihuana".

Los hechos ocurrieron en la Navidad de 1996, en el madrileño distrito de Ventas, cuando la víctima, Andrés Sanz Expósito, de 34 años, y un amigo paseaban por la calle de Vital Aza y comentaron que quienes no consumían marihuana estaban "amariconados", lo que provocó la ira del condenado, que caminaba unos metros delante.

Julio César Estarrich, que entonces tenía 23 años, propinó un puñetazo en ojo al amigo de la víctima y dos a ésta, uno en la boca y otro en el abdomen. Este último le provocó una roura vascular que hizo que falleciera desangrado.

Al día siguiente, Julio César Estarrich supo, viendo la televisión, que el hombre a quien había dado un par de puñetazos había muerto, por lo que se entregó voluntariamente en la Comisaría de Ventas, confesando ser el autor del crimen.

El Supremo considera que la vícitma murió debido al puñetazo, cuyo efecto se vió agravado por el sida que padecía hasta provocarle el fallecimiento.

No obstante, el Alto Tribunal agrega que los efectos del golpefueron "desproporcionadas" en comparación con lo que estadísticamente suele ocurrir cuando alguien recibe un puñetazo.

Por esta razón, el Supremo absuelve al acusado, Julio César de Estarrich, de un delito de homicidio causado por imprudencia, por el que la Audiencia Provincial de Madrid le impuso un año y un día de prisión.

El Alto Tribunal mantiene el resto de la condena que le impuso la Audiencia Provincial, consistente en seis meses y un día de cárcel por un delito de lesiones, una multa de 1.000 pesetas por una falta de lesiones, y el pago de diez millones de pesetas de indemnización a la familia de la víctima.

(SERVIMEDIA)
12 Jun 1999
VBR