Mario Rodríguez, portavoz de Greenpeace, manifestó hoy en rueda de prensa que antes de 1975 las especies de crecimiento rápid abarcaban el 48,4 por ciento de la superficie boscosa y las autóctonas el 51,5 por ciento.

Quince años después la tendencia se había invertido y las coníferas y eucaliptos ocupaban ya el 60 por ciento de la superficie boscosa y las frondosas autóctonas el 40 por ciento.

El informe señala que las talas de madera con fines extractivos se han multiplicado por cuatro en los últimos 40 años, como consecuencia de "los programas de repoblación forestal que se plantearon con el único objetivo de abastecr de maderas blandas a las entonces incipientes industrias de la pasta de papel y del tablero de poca calidad".

Las importaciones actuales de madera superan los 12,6 millones de metros cúbicos y las exportaciones apenas sobrepasan los 5,3 millones. Respecto al consumo, aumenta un cinco por ciento cada año.

Mario Rodríguez dijo que el Plan de Forestación de tierras agrícolas emprendido por el Gobierno tiene elementos positivos, aunque advirtió sobre los riesgos que existen de que no se cumplan losobjetivos marcados.

El portavoz de Greenpeace dijo que en algunas zonas los proyectos de repoblación destinan mayor superficie a especies de crecimiento rápido que a las autóctonas.

AUMENTA LA EROSION

Además, aseguró que los pocos viveros que existen en España no tienen capacidad para atender toda la demanda que generará el Plan de Forestación. Según Mario Rodríguez, la mayoría de las plantas que producen los viveros en la actualidad son de crecimiento rápido y en ocasiones no reunen la calidadsuficiente.

El plan elaborado por el Gobierno contempla la forestación de casi un millón de hectáreas hasta 1997, para lo cual articula ayudas económicas para los agricultores que se acojan a él.

El informe de Miguel Angel García Dori también destaca los importantes problemas de erosión que padece el 43 por ciento del territorio español y asegura que cada año se pierden más de mil millones de toneladas de suelo fértil en todo el Estado.

A estas cifra hay que añadir la incidencia negativa quetienen los incendios forestales sobre el territorio. Desde 1961 han ardido dos millones de hectáreas, extensión equivalente al 75 por ciento de la superficie repoblada, y desde 1978 la superficie quemada es incluso superior a la repoblada.