El Icona, en colaboración con las comunidades autónomas, inició la elaboración del nuevo inventario en 1986 y tiene previsto terminarlo este año. Sustituirá al que se realizó entre en 1966 y 1975.

Los primeros resultados revelan que la superficieforestal arbolada ha aumentado durante las últimas decádas alrededor de un 8 por ciento, si bien la densidad de la masa arbórea (número de árboles por hectárea) apenas ha sufrido variación.

El jefe del Servicio de Inventario Forestal del Icona, José Antonio Villanueva Aranguren, mamifestó a Servimedia que de los 13 millones de héctareas de superficie arbolada con que cuenta España, la densidad arborada es óptima en 6 millones de hectáreas.

En esos seis millones de hectáreas hay una media superiora los 200 árboles por hectárea. No obstante, José Antonio Villanueva indió que "no se puede establecer una densidad idéntica para todas las zonas y todas las especies".

A los 13 millones de hectáreas de superficie arbolada hay que añadir los aproximadamente 12 millones de hectáreas de superficie forestal no arbolada, fundamentalmente de matorral, que se encuentran repartidas por toda la geografía estatal.

ESPECIES AUTOCTONAS

Aunque todavía no han finalizado los trabajos de recogida de datos en ragón, Valencia y Andalucía, Villanueva señaló que en el nuevo inventario forestal es posible constatar "el buen comportamiento de las especies autóctonas durante los últimos años, ya que su presencia en nuestros bosques no ha disminuido".

En Cataluña, por ejemplo, ha mejorado la situación de especies como la encina, el alcornoque, la haya o el castaño, reduciendo su presencia algunas especies de pinos.

También en las comunidades en las que hay una fuerte implantación de especies tan impopulares omo el eucalipto han avanzado las autóctonas. Es el caso de la comunidad gallega, donde se detecta una cierta expansión del roble y el castaño en las zonas de interior.

Aunque el incremento de la superficie forestal se produce en la mayor parte de las provincias, José Antonio Villanueva matizó que en algunas se han detactado disminuciones significativas.

Según el jefe del Servicio de Inventario Forestal del Icona, las principales amenazas para las masas arboradas las constituyen los incendios forstales, la presión urbanística en las áreas cercanas al litoral y algunas actividades agrícolas y ganaderas.

Aunque José Antonio Villanueva reconoció que durante los últimos 20 años se ha repoblado muy poco, el abandono de tierras agrícolas y la disminución de la actividad ganadera ha favorecido y provocado en algunas zonas el incremento de la superficie forestal.