El ganador recibió el trofeo "Nariz de Oro", una escultura del artista Antonio López. Marrón de la Vieja declaró a Servimedia que la cata es una cuestión "de práctica y memoria" y comentó que en España sigue habiendo un culto al vino, que ahora se esá extendiendo a los jóvenes.

Añadió que los vinos de Rioja "a la antigua usanza se están quedando un poco anticuados" porque "ahora imperan más los vinos con más color, más concentración y más jóvenes".

En la misma ceremonia se otorgó el premio a los mejores vinos en ocho categorías: espumosos, blancos, rosados, tintos jóvenes, tintos de crianza, finos y manzanillas, otros generosos y dulces.

En los tintos de crianza ganó Hacienda Monasterio crianza 95, un caldo de la Ribera del Duero. A coninuación se situó el Valdesotillo crianza 95, otro Ribera del Duero, y el Mayor de Ondarre reserva 94, un Rioja.

También se otorgó el premio de la Crítica Internacional a los mejores vinos blanco y tinto españoles, que resultaron ser Augustus Chardonnay 97 (blanco) y Abadía Retuerta rívola 96 (tinto con crianza). El jurado estaba compuesto por periodistas y sumilleres internacionales.