EL SULFATO DE GLUCOSAMINA FRENA LA PROGRESION DE LA ARTROSIS DE RODILLA

MADRID
SERVIMEDIA

La administración de sulfato de glucosamina frena la progresión de la artrosis de rodila, según se desprende de los resultados de un ensayo doble-ciego llevado a cabo en Bélgica y publicado en el último número de la revista "The Lancet".

Este trabajo, que ha sido conducido en Bélgica con la participación de investigadores belgas, ingleses e italianos, supone el primer ensayo de estas carcaterísticas a largo plazo.

El objetivo de dicho trabajo, en el que participaron 212 pacientes con artrosis de rodilla randomizados a sulfato de glucosamina oral o a placebo durante tres años, era alorar los efectos de la mencionada sustancia en la evolución de los síntomas y la posible modificación de la enfermedad.

En los pacientes del grupo placebo, se observó un estrechamiento del espacio interarticular -pérdida de cartílago-, frente a los pacientes del grupo de sulfato de glucosamina, en los que no se observó dicho estrechamiento.

De igual modo, el dolor y la limitación funcional empeoraron en el grupo placebo, pero mejoraron en el grupo que recibía sulfato de glucosamina. En cuanto alos efectos adversos registrados en el estudio, no se observaron diferencias estadísticamente significativas entre el sulfato de glucosamina y el placebo.

La artrosis es una enfermedad degenrativa que se puede localizar en las articulaciones de los miembros superiores e inferiores y en la columna vertebral. En una primera fase, esta enfermedad se produce como consecuencia de la alteración del cartílago, que es un tejido firme y elástico que recubre los dos extremos de los huesos y los une formando la rticulación.

Este cartílago se ablanda, pierde elasticidad, integridad y consistencia y con ello, toda o parte de la función que realizaba cuando estaba sano. En una segunda etapa, el hueso que está debajo del cartílago se ve afectado, se hace mas denso y crece por los lados formando osteofitos. La membrana sinovial aumenta su grosor y se produce un aumento del líquido sinovial.

Al actuar tanto sobre los síntomas como sobre la evolución de la enfermedad, el sulfato de glucosamina se convierte en na solución para los pacientes afectados frente al tratamiento actual de esta patología, centrada en el uso de analgésicos y aniinflamatorios no esteroideos, que alivian los síntomas durante cortos periodos de tiempo pero, o bien no inciden sobre la progresión de la enfermedad, o la empeoran.

(SERVIMEDIA)
28 Ene 2001
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