"En esta legislatura el subsidio por desempleo ha pasado de 345,3 euros en 2004 a 413,5 euros, lo que supone un aumento del 19,7%", afirmó González en rueda de prensa tras reunirse con patronal y sindicatos para formalizar la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) hasta los 600 euros.

El subsidio de los parados se establece a partir del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (Iprem), que se utiliza como referencia para determinar la cuantía de determinadas prestaciones o para acceder a determinados beneficios, prestaciones o servicios públicos.

Concretamente, la paga por desempleo es el 80% del Iprem, que se va a situar en 516,5 euros a partir del próximo 1 de enero, lo que representa una subida del 3,5%, ligeramente inferior al 4,1% que reclamaban los sindicatos.

Pese a que los sindicatos CCOO y UGT pretenden que este indicador suba al ritmo de la inflación real, como ocurre con las pensiones, el secretario general de Empleo dejó claro que "el Iprem no debe vincularse de manera estricta a la inflación, sino a un conjunto de variables más amplias".

No obstante, lo cierto es que el Ejecutivo ha aumentado la previsión oficial de subida del Iprem, que se situaba en el 2%, en sintonía con la inflación prevista en los Presupuestos Generales del Estado.

SALARIO MÍNIMO

Por otro lado, el Gobierno ha escenificado con patronal y sindicatos el cumplimiento de su compromiso electoral de aumentar a 600 euros el salario mínimo interprofesional (SMI), medida que se aprobará mediante real decreto en el último Consejo de Ministros del año, el próximo 28 de diciembre, para entrar en vigor a partir del 1 de enero.

"La intención es continuar con la misma política y elevar hasta los 800 euros mensuales. Así lo ha expresado el propio Zapatero", subrayó el secretario general de Empleo.

El SMI ha experimentado durante esta legislatura aumentos anuales superiores a la evolución del IPC: un 4,5% en 2005, un 5,4% en 2006, un 5,5% en 2007 y un 5,15% en 2008.

El objetivo de CCOO y UGT es que el salario mínimo llegue al 60% del salario medio neto, tal y como recomienda la Carta Social Europea, suscrita por España en los años 80. Con el aumento hasta 600 euros, este porcentaje se situará en el 43%.

Otro de los objetivos de los sindicatos es que se establezca una cláusula de revisión salarial para al salario mínimo, que evite pérdidas de poder adquisitivo entre los 400.000 trabajadores que reciben esta paga, como consecuencia de la evolución de la inflación, como ocurrió en los años 1996 y 2000.