"El incremento del SMI puede tener efectos negativos sobre el mercado laboral y, especialmente, sobre aquellos sectores de la población que se pretenden proteger, es decir, los jóvenes y las mujeres", explicó Juan Iranzo, director general del IEE.

El estudio destaca que la sensibilidad del desempleo femenino es un 40% superior a la masculina y la subida del SMI es "una medida inadecuada para que España continúe creciendo".

Durante años, el SMI fijado anualmente ha ido creciendo a ritmos idénticos a la inflación prevista. Sin embargo, según los autores del estudio, "con la llegada al poder del PSOE se decretan aumentos del salario mínimo que distorsionan el mercado".

Además, "las promesas electorales comprometen nuevas elevaciones que, con toda probabilidad, superarán ampliamente el índice de precios y los incrementos salariales medios de la economía, lo que tendrá efectos perniciosos para la creación de empleo", continúa.

Actualmente, el SMI en España es de 513 euros mensuales y el Gobierno lo ha fijado en 600 euros mensuales para 2008, lo que significa que el salario mínimo crezca un 17%.

Según la última Encuesta de Estructura Salarial, un millón y medio de trabajadores tienen unos ingresos inferiores a 600 euros, es decir, podrán verse beneficiados de forma directa por esta elevación del SMI.

Para el IEE, esta política económica es una "restauración parcial de una vieja práctica de fijación de los salarios que a finales de los setenta propició en España niveles de inflación no conocidos en su historia reciente, y que parecía haber sido desterrada en los Pactos de la Moncloa".