En un comunicado hecho público hoy, la compañía subraya que, "a pesar de recibir una sentencia desfavorable en primera instancia del Juzgado Central de lo Contencioso-Administrativo, Spanair confirma su optimismo respecto de la más que posible apelación de la indicada sentencia".

Según Spanair, el auto reconoce de forma "clara" los fundamentos jurídicos esenciales para considerar nula la decisión de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) del reparto de la terminal.

"Sin embargo, la misma sentencia no admite los mecanismos procesales ni las garantías de defensa jurídica establecidas en la ley, ya que, sorprendentemente, no se pronuncia sobre la ausencia de circustancias que motivaron el cambio de criterio de Aena en este asunto", subraya Spanair.

Otra de la cuestiones que no convence a la aerolínea es el trato jurídico "desigual" y "cambiante" al que se ha visto sometida. "La sentencia también guarda un discreto mutismo y de nuevo resuelve, inexplicablemente, con criterio económico, al manifestar que el interés de Spanair es el de permanecer junto a Iberia para aprovecharse del negocio de la primera", añade.

Para la aerolínea, "naturalmente, en eso consiste la libre competencia, en aprovechar los huecos de mercado que los competidores no aprovechan bien".

No obstante, reconocen que este aspecto es "anecdótico" y que, sobre lo esencial, "la sentencia guarda silencio y habrá que recurrirla en apelación, ya que el trato entre los principales operadores del mercado español es jurídicamente desigual, y las consecuencias de esa desigualdad producirán daños y perjuicios, como se demostrará".

"En cualquier caso, y sin perjuicio de una valoración por parte del Consejo de Administración de la compañía, Spanair, encuentra en la sentencia un directo reconocimiento de su posición jurídica (...) no desprovisto de amparo fáctico (...), tal y como la propia sentencia reconoce expresamente", apunta el comunicado.

Finalmente, la compañía aérea se pregunta si hay "algo más desigual, ya se mire jurídica o económicamente, que sólo una compañía dominante pueda utilizar una terminal nueva que se paga con el dinero de todos".